sábado, 14 de mayo de 2011

Bienes irreductiblemente sociales

1) De acuerdo a la noción de racionalidad ampliada que introdujimos y que contempla además de la racionalidad de medios a fines, una racionalidad simpatética y una racionalidad moral (Sen, Los tontos racionales), el individualismo metodológico no se presenta como una metodología que pueda contemplar todas estas dimensiones.

2) Como forma de dejar explícitas las insuficiencias del individualismo metodológico discutimos el artículo de Charles Taylor, "La irreductibilidad de los bienes sociales". El concepto de bien social irreductible a instancias individuales consiste en un trasfondo de significado que se manifiesta en la cultura y en comprensiones comunes de valor.

3) Estas comprensiones que tenemos en común son, en muchos casos, las que nos permiten identificar un comportamiento o un estado como patológico. Un caso de instrumentalización de la amistad se nos revela como patológico porque tenemos una comprensión común de lo que debería ser la amistad. Probablemente a la hora de sistematizar el estudio de patologías sociales de la razón debamos hacer explícita esta comprensión común.

4) En el caso del análisis de políticas sociales, una tarea a realizar sería establecer cómo socavan o fortalecen esas políticas los bienes sociales irreductibles.

4) Las comprensiones comunes son historicamente modificables o transformables. Como consecuencia de esto y de la dinámica de las sociedades capitalistas contemporáneas podríamos tener en cierto momento una comprensión común que hubiese distorsionado lo que una practica saludable debería ser. Por lo tanto es necesario contar con un criterio normativo que discrimine entre distintas comprensiones comunes. La idea de dignidad, en la que las personas fines en sí mismos valiosos y nunca medios para otros, podría ocupar ese lugar.

5) La discusión entre republicanismo y liberalismo, puede afectar estas comprensiones comunes, ya que la negación del liberalismo a discutir cuestiones de buena vida en la esfera púiblica culmina estimulando una comprensión común bienestarista, es decir, una búsqueda de la máximización del bienestar personal independientemente de los fines que se persiguen. Darle jerarquía a las comprensiones comunes implica que las cuestines de la vida buena, que inciden y son dependientes de tales comprensiones comunes, sean al menos discutidas públicamente.

La próxima sesión continuaremos desarrollando el alcance de la razón práctica y discutiremos el artículo de Habermas, "Sobre el uso pragmático, ético y moral de la razón práctica" y el de G. Pereira, "Autonomía, intersubjetividad y consumo".

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